Cuando llueve a cántaros
eso que llamamos mundo
está tranquilo
Las palmeras bailan una danza africana
Una mujer chubasquero verde camina agitando los brazos
El asfalto que sepulta la tierra se moja
Las señoras salen del mercado con las bolsas y los carros y el paraguas
Los perros esperan impacientes a sus amos
Y yo, que estoy solo en casa
bebiendo un rooibos
leyendo a Bukowski
mirando por la ventana
sintiéndome a salvo
y perenne…
Miro a través de la ventana porque mi felicidad a veces depende de la lluvia
Miro a través de la ventana como lo haría el gato que no tengo
Pequeñas tiendas de barrio con sus promociones
máquinas tragaperras
cafeteras enfermas
locutorios psiquiátricos,
panaderías somnolientas
antenas que se elevan hacia el cielo como cruces romanas extiendendo sus ramas tumorales
alguien montado en una bici de colores que gira por la calle en contradirección
Pura sinestesia antediluviana
Tengo unas alas para volar
pero estoy tranquilo aquí
Tengo unas alas para volar
sanar, amar, orinar, vomitar
bah
¿A dónde podría ir? Aquí estoy inmensamente tranquilo
Quieto en la quietud de esta madriguera donde
puedo hacer lo que quiera
Soy el rey de este pedacito de IKEA
Me puedo masturbar si quiero
Puedo dedicarme a pensar toda la tarde, si quiero
Hay padres con p de pederasta que tienen hijos. Hay mujeres con m de masacre que quieren ser madres
Votamos a dirigentes que saben diferenciar entre peras y manzanas. Eso está muy bien
Veo un documental en youtube con la voz de Joaquín Phoenix que me hace sentirme mal
Miro videos de gente que vive la vida a tope y parecen felices, la mejor versión de ellos mismos
Y me hacen sentir mal
La tormenta cede
el asfalto vuelve un poco a supurar vida antes de volver a ser asfalto
Una farola sostiene momentáneamente una paloma
Las nubes viajan serenas sobre nuestras cabezas a una velocidad concreta
El motorista de Miss Sushi viene a devolverme 10 euros de anoche
Más tarde me serviré vino y cortaré trozos de queso
y me echaré la siesta pensando en la cena
Cuando me levante me dolerá un poco la cabeza y me tomaré un ibuprofeno
o quizá un vodka
Y volveré a mirar por la ventana
Y eso que llamamos mundo
seguirá ahí